¿Cómo elegir la mejor cama para cada etapa de desarrollo de nuestros hijos? Aunque a veces pensemos que la misma vieja y confiable cuna que nos albergó a nosotros le sirve perfecto a nuestros peques, la verdad es que hay diversas razones para preferir alternativas.
En este texto vamos a discutir por qué las cunas y camas de transición son una excelente decisión y cómo pueden beneficiar a tu hijo.
¿Qué son las cunas y camas de transición?
Las cunas y camas de transición son muebles diseñados para acompañar a tu hijo desde su etapa de bebé hasta los primeros años de la niñez. Por lo general, comienzan como cunas tradicionales, pero tienen la capacidad de transformarse en camas bajas y/o con barandas.
Este tipo de mueble es ideal porque permite adaptarse al crecimiento y necesidades de tu hijo de manera práctica y segura.
Beneficios clave de las cunas y camas de transición
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Acompañan el crecimiento
Según la Academia Americana de Pediatría, los niños deben permanecer en una cuna hasta que puedan trepar por los barrotes o hasta los 3 años, lo que ocurra primero. Las cunas de transición permiten hacer este cambio de forma gradual, evitando que el paso a una cama grande sea un choque para ellos. -
Fomentan la autonomía
Cuando el niño tiene acceso a una cama baja, puede subir y bajar por sí mismo. Esto no solo es práctico, sino que también fomenta habilidades motoras y un sentido de independencia. Dato interesante: un estudio encontró que los niños que practican actividades de autonomía desde pequeños suelen tener mayor confianza en sí mismos más adelante. -
Son una inversión inteligente
Aunque al principio puede parecer más caro que una cuna convencional, a largo plazo una cuna de transición ahorra dinero, ya que crece con tu hijo y elimina la necesidad de comprar varios muebles diferentes. Además, muchas marcas, como las disponibles en Crece Seguro, ofrecen diseños modernos y duraderos, pensados para resistir el uso diario durante años.
Cómo aprovecharlas al máximo
Usar una cama de transición puede ser más sencillo de lo que imaginas, pero requiere un poco de preparación para que sea una experiencia positiva para todos.
Lo primero es asegurarte de que el entorno sea completamente seguro. Antes de instalar la cama, revisa que no haya objetos peligrosos cerca, como enchufes sin cubrir o muebles inestables. Las camas de transición, al ser más bajas que las camas tradicionales, permiten que los niños puedan subir y bajar sin dificultad, pero es importante colocar una alfombra o cojines alrededor como medida extra para evitar golpes en caso de una caída accidental.
Una vez que la cama esté instalada, involucra a tu hijo en el proceso de adaptación. Puedes permitirle elegir la ropa de cama con sus personajes o colores favoritos, lo que hará que sienta la cama como algo propio y especial. Además, es útil mantener una rutina consistente al momento de dormir. Pequeñas acciones que refuercen la asociación entre la cama de transición y un espacio cómodo y seguro para descansar.
Por último: es normal que algunos niños necesiten tiempo para acostumbrarse a su nueva cama. Durante las primeras semanas, pueden ocurrir despertares nocturnos o resistencia al cambio. Si esto sucede, tranquilízalo y acompáñalo de vuelta a su cama para que entienda que es su lugar de descanso. También puedes utilizar herramientas como un peluche favorito o una manta especial que lo acompañe en la transición.
¿Qué opciones encuentras en Crece Seguro?
Las cunas y camas de transición no solo son una solución práctica, sino que también promueven el desarrollo físico y emocional de tu hijo.
En nuestra tienda contamos con productos que ofrece varias soluciones simultáneas, como el Set de Cómoda y Cuna Colecho GIRAFFE, con laterales ajustables, somier con tres niveles de altura, y cómoda con amplios cajones y mecanismo de cerrado silencioso.
También ofrecemos modelos más sencillos, como la Cuna Colecho Kuba Pino Natural, también con barra lateral ajustable y sommier con tres alturas, además tiene 2 barrotes removibles que permiten la autonomía de tu peque para entrar y salir de su cuna.
Consulta por el modelo que mejor se adapte a tus necesidades, y recuerda: al optar por un modelo que crezca con tus hijos, te aseguras de brindarles un espacio cómodo y seguro mientras exploran su independencia.
