Todos los años, entre el 1 y el 7 de agosto, se celebra la Semana Mundial de la Lactancia. ¿Qué busca esta campaña? Principalmente, destacar la importancia de la lactancia materna para la alimentación del recién nacido, sobre todo en sus primeros 6 meses. No solo por el vínculo que crea; también por su aporte a la salud del niño/a.
Como en tantos otros temas, por momentos las mamás primerizas se ven inundadas de información al respecto. Por eso en este blog quisimos discutir 5 mitos típicos sobre la lactancia materna. ¡Vamos a revisarlos!
Mito 1: "Si tienes pechos pequeños, no tendrás suficiente leche"
No. La capacidad de producir leche no está relacionada con el tamaño de los senos. Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), la cantidad de leche que produces depende de la demanda del bebé y de otros factores hormonales, y no del tamaño. Así que, si tienes pechos pequeños, ¡no te preocupes! Puedes producir suficiente leche para tu bebé.
Mito 2: "Dar fórmula es tan bueno como la leche materna"
La fórmula puede ser una alternativa cuando la lactancia no es posible, pero no puede replicar todos los beneficios de la leche materna. Esta contiene anticuerpos vivos que ayudan a proteger a tu bebé contra enfermedades, además de estar perfectamente diseñada para sus necesidades nutricionales. Así que, aunque la fórmula es útil, solo debe usarse cuando el médico te lo indique.
Mito 3: "Amamantar duele"
Es cierto que al principio puede haber algunas molestias mientras tu cuerpo se adapta, pero la lactancia no debería ser dolorosa. Si sientes dolor persistente, puede ser una señal de que algo no está bien, como un mal agarre del bebé o una infección. Consultar a un especialista puede ayudarte a resolver estos problemas y hacer que la lactancia sea una experiencia agradable tanto para ti como para tu bebé.
Mito 4: "No puedes amamantar si estás enferma"
A menos que tengas una enfermedad grave o contagiosa, la mayoría de las veces puedes y debes continuar amamantando. De hecho, tu cuerpo produce anticuerpos que se pasan a tu bebé a través de la leche materna, ayudándole a combatir la enfermedad. Eso sí, siempre es bueno consultar con tu médico si tienes dudas sobre una enfermedad específica.
Mito 5: "Debes seguir un horario estricto de lactancia”
Muchos de nosotros hemos oído que los bebés deben comer cada cierta cantidad de horas, pero la realidad es que la lactancia a demanda es la mejor manera de asegurarse de que tu bebé está recibiendo suficiente leche. Dicho de otra forma: hay que amamantarlo con tanta frecuencia como él o ella lo deseen. Los bebés saben cuándo tienen hambre y cuándo están satisfechos, así que confiar en sus señales es la mejor estrategia.
Como dice la Organización Panamericana de la Salud: la lactancia es más fácil si se empieza a recibir información ante de que nazca el bebé. Así que ¡no temas hacerle preguntas a tu médico! Cada caso es único.
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